Inútil el pensar
que somos sólo uno
cuando todo te aparta…
Inútil el vencer
lo poco que sentimos
y todo desamarra…
Inútil el vertir
las horas que florecen
como pez en el agua,
cuando todo parece
sustraer lo muy poco
que el abrazo declara.
Inútil que no venga,
inútil que no vayas…
Y en el ir y venir,
las mismas circunstancias:
tú, soñando con irte
hacia lunas más altas,
yo, bajando a la tierra
para arrastrar mis alas…
Es así nuestra historia:
difícil y encontrada,
en no sé cuántos mundos
sobre la antigua playa…