Hoy pasé por el río,
su orilla anunciando
el sol desde las nubes
mostraba su luz grata
así, de cuando en cuando
los verdes combinaban
todos los tonos verdes
que existían
y las flores su aroma
con la misma armonía
de una forma a la otra,
de una vía a otra vía.
Lo cierto es que paraban
como en desprendimiento
de cuanto yo sentía;
y la brisa marcaba,
halagando los pasos ,
la misma cesantía.
Solo sé que pensaba,
amaba y sonreía
a todo y a la vida
y a lo que poseía.
Ahora, no preguntes
de nuevo, que sentía
solo yo respirando,
sola yo en mi orilla,
llenando mi canasta
de paz y armonía
para el largo camino
que cruzara mi orilla,
desde siempre que vuelva
para mirar mi orilla.