Hoy andaba la Luna
como quien va de pascua
con guirnaldas guindadas,
toda luz, toda magia.
Hoy le conté deseos
que hace tiempo llevaba
y se escondió en la nube
que a poquito llegaba.
Hoy yo no se que pasa
con mi tristeza larga,
y le pido a la Luna
acompañar su danza.
Ella me mira siempre
con su cara iluminada
y parecen sonrisas
las nubes a su espalda.
Hoy ella y yo nos vimos
como quien va de gala.
Ella siempre dorada,
yo, desnuda y sin alas.
Para el volar profundo
que exigen las palabras
ella es tránsito simple,
yo, silente atrapada.