Hoy me dió por pensar
en tí y en tu partida
y una tristeza larga,
cobijando mis horas,
me aletargó en recuerdos,
suprimiendo la ausencia
y aliviando la herida.
Hoy quise presumir
de la charla, la risa,
de la mirada buena
llenándome de vida
de la mente que enseña,
de la mano que anima,
mientras dices las cosas
que sabes de memoria
o inventas tan de prisa.
Hoy me dió por creer
que estas aquí conmigo
y tu voz suena clara
tranquila en su corriente
como el agua en el río…
Hoy me dió por sentir
que todo fue distinto,
y fue alargando sueños,
retocando vivencias,
soledades, sonrisas,
tristezas, desconciertos,
no se por que motivo.
Hoy me dió por soñar
que a pesar de los años
¡aún estabas conmigo!
Y pareció Domingo,
de flores y de risas,
de colores alegres
y alegres jolgorios
desde los altos nidos
hasta los pasos lentos
de quien busca caminos
hacia donde los sueños
tienen ese final feliz
propios de los designios.