Hoy he querido vivir
los tantos sueños,
he querido soñar
tiempos eternos,
amistades fugaces,
y tontos juramentos.
He querido sentir
lo que, incauta,
le he pedido a mi musa,
aligerando sueños
para ocultar mis ansias,
tan frágil, como extraña.
He querido añadir
a mis mañanas
algún canto feliz,
transitando la ruta
de la esperanza,
que me impusiera el alma.
Y yo, tan como siempre,
descifraría notas
con mi alma
intentando tornar
a algún paisaje
equívocamente deleitada,
haciendo de mi musa
clandestina,
cualquier cosa precisa
para volver a hallarla.
Hoy he querido vivir,
tan a mis anchas,
sin importar deseos
que fallaran
a este intruso rumor
que hiere mi alma.
Hoy, ya no quiero saber
qué faltará mañana.
Mañana es claridad,
mañana es agua clara,
mañana es el desliz
que siempre me empujara
a soñar por soñar
lo que nunca soñara.