Hablamos…
la tarde se pierde,
mientras tanto
detrás de los celajes
de los árboles altos
y hay un mutismo triste
cuando acallan las aves
aleteos y cantos…
Usamos la palabra,
las de siempre,
con los eternos siempre,
y ¡hasta cuando!
que ahora vuelan,
ligeros, con los ecos,
suponiendo respuestas
que enterramos…
Hablamos por hablar,
omitiendo detalles
en la historia
que pone fin a todos
los sueños que soñamos.
Y… ¿para qué palabras
que ya se marchitan
en los años y años
seguidos que guardamos?
Y, ¿para qué decirnos,
nuevamente,
lo que los dos sabemos
de antemano?
Hablamos por hablar
inútilmente,
traduciendo los daños
que nos hemos causado.
Y como siempre:
hay un adiós
volando en el paisaje
tras las tristes figuras
que hoy formamos…