Abriéndose paso
desde el Norte abierto
de costas y sueños,
las pesqueras islas
de los galerones
de canto sereno,
vertientes, montañas,
valles y senderos,
acuñando toda
voluntad de acero,
al Centro llanuras
con sus pastos frescos
y la voz amante
del bravo llanero
detrás de sus bestias,
sobre bestia altivo
y la copla al lado
del canto altanero,
del amor sin rumbo,
de las alegrías
y los desconsuelos.
Oeste en tesoros
de los negros velos,
donde cada gaita
construye el anhelo
de la pertenencia
de todos los sueños,
y nevadas cumbres
vuelan desde lejos
donde van los cóndores
de los sentimientos
bailando los valses
de tiempos añejos.
Este de las tierras
vertidas en frutos
para nuestro pueblo.
Hacia el Sur
sublimes
aguas del te quiero,
donde van las minas
cosiendo mineros
y se oyen de lejos
alegres calipsos
de rostros risueños.
Alturas indómitas
cuidando las selvas
de nuestros ancestros,
indigenas tribus
de nuestros abuelos.
Geografía nuestra:
¡mana de los cielos!