Fortuita, enamorada,
deslindé mis pesares
de la nada,
para soñar mis sueños
prolongados.
Soñando, en mi vagar
que tu, a mi lado,
manejabas la barca
a nuestra playa.
Pero la mar truncó
las esperanzas
y estoy aquí, otra vez
atando cabos,
mientras el viento pasa
en el mismo quilate
de las horas,
con el mismo pesar
de lo esperado,
con las mismas arenas
que se mueven
según la brisa pase
y las modele,
sugiriendo caminos
nunca andados…
Fortuita enamorada
que navega
sus aguas movedizas
mientras sueña
con el lograr feliz
de lo esperado…