Faz cubierta,velada.
Ojos que miran
asimilando todo:
contornos,
visiones extranjeras,
extranjeras costumbres,
realidades ocultas
y realidades públicas,
certeramente diarias.
Ojos huidizos
que no retienen el contacto,
ojos que vagan
con su tibieza arcaica,
mente que vaga
configurando ideas,
descubriendo principios,
en un sobrevivir
reintegrando,
realidad y experiencias
de hechos y de mitos.
Faz erguida,
esclava de los ritos,
leyendas y doctrinas.
Unitariamente ligada
a oscuras vestimentas
no es la faz al sol
lo que nos hace libres
es la conciencia abierta
lo que más nos sentencia.
En un mundo ataviado
con sus falsas premisas,
tener libre el espíritu
es lo que más amarra
o lo que más condena.