Tornando del exilio,
detrás de las fronteras,
alarde de emociones
conmociona la espera
y los lazos florecen
en cada abrazo dado,
y la luna se oculta
para sentir la música
que el viento ya ha colado.
Aquí y allá las risas.
Aquí y allá el regalo
de tantas emociones
para el momento dado,
y, queriendo quedarse
para el entarimado,
van las sonrisas todas
con los cantos y abrazos.
Huele a ternura el aire,
a crepúsculo intacto
detrás de las fronteras
del exilio y el caos
de las celdas cerradas
para el yugo obstinado,
de las tantas ofensas
y los tantos agravios.
Hay nuevos renaceres
de sonrisas y cantos,
de gracias a la vida,
de gracias a lo andado
en el camino recto
de enseñanza y milagros.
Así canta el futuro
con su nuevo legado.