Estoy mil veces
en la callada sombra
y una vez y otra vez,
las voces me convocan
a escribir cualquier cosa
en pacíficas formas.
Estoy en este estar
que nunca te reclama
el volver a intentar
mil veces, las palabras,
escuchando temores
o escribiendo sin ganas.
Y sigo estando así,
perpleja en mi constancia,
aullándole a la luna
cuando la noche falla
en escudar mis sueños
venciendo la nostalgia.
Estando sin estar,
callando sin callarme,
vuelvo a sentir la ausencia
que reclamó tu imagen,
y, estando sin estar,
vuelvo a mi mundo de antes.
Antes de ser yo misma,
me busqué desde siempre.
Y aunque no te parezca
mas que imposible alarde:
sigo sola sin mi,
contigo de estandarte.
Es que no sé de angustias,
y cuando se hace tarde
vuelvo a sentir quien eres
saltando los detalles
y vuelvo al remolino
¡sintiéndote al marcharte!