Esta noche
se puso la tristeza
sus zapatos oscuros
y camino a la orilla
de todos mis impulsos.
Recuerdo y llanto idos,
imbricados y mudos
cercenando alegrías
que deseaban zafarse
para hacer con las risas
la velada más fácil.
Terca, terca la noche
me hablaba de sus ruinas,
de los días perdidos
con el mutismo grave
de unos brazos cayendo
en lugar de abrazarte,
de las citas perdidas
tratando de encontrarte,
ante el reparo necio
de llevarte las cuentas
de encuentros incumplidos
y disculpas ligeras.
Esta noche,
le reclame a tus noches
el amor no sentido,
la mirada perdida
en el abismo loco
de saber que cantamos
al mismo desafío
de ir caminando juntos
los caminos perdidos.
Esta noche,
le puse los cencerros
a mis vacas silentes,
para oír, entre sueños,
sus pasos, presumiendo,
su caminar a solas
detrás de los misterios
de todos los impulsos
que me van consumiendo.
Esta noche,
cantaran los pájaros oscuros
sus milagros y versos
será aún más oscura
la magia de los sueños
en desmedro del alba
y la ductilidad de los te quiero.
Esta noche:
¡qué cantos resumiendo
destierros¡