Es tiempo de morir,
la hora es buena.
La sed,
desvencijada ya,
descansa
no hay nada en mi interior
que me sostenga.
Estoy herida,
de una herida brutal,
mortal y despiadada.
Es tiempo de morir
sin ideales claros
ciñendo la cabeza.
Morir al fin
porque el morir no existe
y al morirnos un poco
persistimos para siempre.
La hora final
del instante final
me llegan.
vengan a mis entrañas
los instantes perdidos
con su proclama eterna.
Estoy aquí,
esperando…
Prendida a mis ropajes
esta angustia callada
que me entró de pequeña
en un instante único
y en un día cualquiera.
Es tiempo de morir
sin una tumba fija
donde poner los restos
lastimados.
Es tiempo de morir
sin una llaga oculta
gimiendo en tu costado.
Es tiempo de morir
dando al aire cenizas
de nuestro propio cuerpo.
Es tiempo de morir
en un instante,
con los recuerdos puestos.
Es tiempo de morir
por el simple exabrupto
de que al seguir viviendo
morimos por completo.