Equidistantes Sombras
Equidistantes Sombras

Equidistantes Sombras

Equidistante sombra del mañana

que inquietas a mi ser,

 en este instante;

¿cuando te cubrirás con alas blancas?

¿cuando bendeciré la eterna frente,

del paredón sin brazos

de la resignación?

¿y cuándo quedare,

llana y tranquila

tendida a mi cabeza

en mi níveo lecho,

con el vulgar intento

yerto en el corazón?

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