En absoluta paz
el largo rio danza,
como oyendo los ecos
de las nubes que hablan
diciéndose las cosas
que estaban olvidadas.
En absoluta paz,
recordando los pasos,
se devuelven las ondas
sugiriéndole al viento
ser más suave, más calmo,
más sutil o más manso.
En absoluta paz
danza el sauce su danza,
metiendo entre las aguas
sus trenzas ya mojadas,
como quien va bailando
sin importarle nada.
En absoluta paz
evoco los momentos
más dulces, más preciados,
mientras, dentro de mi,
va un dolor trajinando
en un volver de olas
o en un adiós, ya calmo.
En absoluta paz
se descubren las gotas
que se van deslizando
de un rio manso, manso…
que derrota fronteras
para gritar muy alto
con voces como olas,
que, ni tienen sonido
ni se marchan rugiendo
sus dolores de antaño.
En absoluta paz
mi barca va cruzando
los caminos más largos,
y sigue así, en silencio,
sus dolores menguando…