Impoluta
Impoluta

Impoluta

Impoluta, cambia el color

y vuelve

a la eterna sonrisa.

Monalisa retira 

su, ya visto, retrato. 

La ciudad hace mengua 

de los rostros baratos, 

y paga en un suspiro 

sentimientos y arraigos. 

Vuela la música 

hacia lejanas calles. 

Pasos, ahora inseguros, 

se preguntan 

cómo salvar el alma 

y la vendimia. 

Desmoralizados líderes 

pululan 

como moscas certeras, 

sobre el plato caliente: 

¿otra elección de más?

¿otro puesto vacio 

enseñando sus redes? 

Impoluta: 

la ciudad mide y sonríe, 

captando sus vivencias 

se pregunta: 

si puede imaginar 

de sus quehacers

tanto benefactor 

de oficio y de rutina…

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

RSS
Follow by Email
WhatsApp