El viento, sin cesar,
teje y desteje ramas
en los tupidos árboles,
temprano, en la mañana.
Hace clinejas, monos,
luce flores y danzas,
ramas y papagayos,
¡de absoluta arrogancia!
Algunas van volando
hasta que el viento diga
si las lleva en el lomo
o las tira a la orilla.
Y ellas, que ya aprendieron
lo pronto de su gira,
les va importando poco
si nadan, vuelan, vibran…
Total, el viento es fuerte,
y ellas: ¡gentiles niñas!
que van sonriendo
al viento y a la vida…