El Sol Pasa
El Sol Pasa

El Sol Pasa

El sol pasa 

en ese pasar siempre 

de las cosas sencillas 

que no admiran a nadie, 

que no evocan victorias. 

Sencillamente pasa, 

sin penas y sin glorias, 

pero siempre en su ruta, 

siempre la misma historia 

que pervive en la tierra, 

en los viejos lugares, 

en las viejas memorias. 

 

 El sol pasa 

y devuelve el brillo 

que tenía la tierra 

con diligente luz 

logrando acariciar 

el brote de la vida, 

la placidez del agua,  

la piel de cada especie, 

la quietud de sentirme 

tan unido a la tierra 

y al ancho mar de siempre, 

como unido a la zafra 

de las flores y frutos, 

de las risas y mieses. 

 

El se mira en el río 

con su melena larga, 

posándose en lo alto, 

sin saber por qué pasa. 

Cuando se va perdiendo 

arriba, tras los cerros 

en la tarde que muere, 

sonriéndole callada, 

el sol pasa, mirando, 

sin alardear de nada 

que suponga sentirse 

el creador de la magia.

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