Hoy, provoca caminar,
deshilachar las ansias
y reír,
de ese delgado hilo
que colgaba
bajo la propia agenda
y nos hacía más tristes
las prebendas.
Hoy el sol te provoca
desvestirte en la playa,
abrir brazos y alma,
calentando las ganas
y olvidando tristezas.
Añorar esos pasos,
hacia cualquier arena,
revivir los momentos
que cada quien
se guarda
en el alma, que espera
otra vez la armonía
de una alegría cualquiera.
Hoy el sol nos promete
más alegría que lágrimas,
mas reir en la sombra
y penar bajo el rayo
de su entusiasta entrega:
¡luz y armonía danzando
por toda la ribera…
de un volar infinito
sobre la misma tierra!