¿Dónde quedaron, dónde?
las alas de los sueños,
las sonrisas furtivas,
las rimas, los misterios
que alguna vez forjamos
para entretenimientos.
¿Dónde quedaron, dónde?
las sonrisas graciosas
jugando a reir todo
lo que nos apetezca,
y seguir jugueteando
contra toda conseja.
¿Dónde quedaron, dónde?
los dimes y diretes
para hacer tantas veces
lo que nos prometiamos
y a diario disfrutamos,
contra cualquier corriente.
¿Dónde se fueron, dónde?
los sueños prometidos,
los abrazos, los mimos,
aquel sentir que todo
pareciera ser nuestro
aún sin haberlo sido.
¿Dónde quedaron, dónde?
las audaces disputas
pregonando, enfrentando
lo que cualquiera busca,
para sentirnos siempre
más allá de la búsqueda…
más allá del silencio
¡que no perece nunca!