Después De Las Palabras
Después De Las Palabras

Después De Las Palabras

Después de las palabras

el deshielo del iceberg:

tumultuosamente desbordado.

El canto de los pájaros

haciendo insoportables las preguntas,

que hacen las pupilas

a tu rostro,

centellando en el espacio.

 

Después de las palabras,

la avaricia

de galopar por dentro,

sin movernos..

Una red multiforme,

distendida, profusa.

Ahogando los linderos

de mi cauce

tu cauce,

custodiado de piedras

y certero.

 

Después de las palabras,

abandono,

dejar quedar inmovil

el ocaso, para no ver partir,

en mil pedazos,

lo estrecho de la huella,

oculta en nuestras sombras,

mirándonos a ambos.

 

Después de las palabras,

la tortura,

de recoger la red

con sus pescados muertos.

La incongruente mesura

de los pasos,

el estallido de la sangre

entre los mil ramales

de los cuerpos.

Cada quien en su esquina

equiparando 

esfuerzo y pulso,

para seguir peleando.

Aluvión de preguntas y respuestas

vencidas o venciendo

el paroxismo.

Miedo en la faz

y en la curtiembre, miedo.

 

Después de las palabras,

rasgando las cortinas

con manos encrispadas,

quedaron nuestras dudas

sin palabras.

Casi como trasegando

un vino avinagrado

que no tenía cabida

entre los secos labios

y un estupor por dentro,

indigno carcelero

de los pasos.

 

Después de las palabras,

nos dió pena mirarnos…

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