Después de las mareas
las oleadas que cruzan
con su propio cansancio,
el sol, que no perdura,
ya se larga tranquilo
más allá de los barcos,
de los miles de peces
que pueblan las marismas
entre algas y saltos.
Después que el después pasa
sin entender milagros
y hay la música triste
del agua entre las algas
en todos los espacios.
Después que emergen las olas
que nosotros creamos
y se bate la espuma
sobre los pies descalzos,
caminando en la playa…
¿no sientes el milagro
de esa música alegre
de las mansas oleadas
bañando nuestros pasos,
de esas nubes tan blancas
que rodean los astros,
de tanta canción suave
que ronda los espacios?
Después que todo pasa,
y parece un milagro,
¿qué esperas que quede
después de los cansancios?