Desde todas las puertas,
desde, la siempre viva
voluntad de volar,
siguiendo las premisas
de colocar las alas
en la rápida vía
para ir, socavando
lo que se da y se quita
en las tontas palabras
que aún mantienen viva
ese ir desangrando,
en la par, las heridas.
Desde todos los puntos
que socavan la prisa
en un triste nocturno
sin alas para el vuelo,
me quedo, socorriendo,
para cualquier desvelo
esos versos, que siempre,
me entregaron consuelo.
Y, sigo, emancipando,
las antiguas sonrisas,
sin que nada me importe,
y, a pesar de la brisa,
río entre pormenores,
merodeando en las dianas
para ir combinando,
una y otra rutina.
Sin esperar, de pronto
los cantos que combinan
con intrínsecos versos
que perdieron su rima.