Desde el apocalipsis
de todas las maniobras,
¿cuántos desvelos ya,
cuántas memorias
plagando de verdades
mentiras de la historia?
Desde el influjo mismo
de los propios esquemas
¿cuánto escribir de cuentos,
esos que no leímos
sugerir lo que es propio,
borrando lo que es cierto?
Desde toda la historia
hasta este amanecer:
¿cuántas mentiras ya,
cuántos victorias,
entregando a las víctimas
sus cantos sin memorias?
Y descendemos siempre
a los mismos esquemas,
dejando el alma libre
de todas las protestas,
porque son más los sueños
que las verdades propias
con propias respuestas,
y ocultas a los ojos
de quien lee y reacciona,
mirando hacia un futuro
que pide las verdades
perdidas de la historia,
¡se eternizan las mentiras!