De Mi Propio Letargo
De Mi Propio Letargo

De Mi Propio Letargo

De mi propio letargo, 

vuelvo a salir, 

como el que se despierta 

después de haber oído 

las sutiles respuestas 

que las estrellas dan 

a mis tontas premisas. 

 

Cura de un mal 

que siempre me sacude 

en un salir y entrar 

de cualquier nube 

sobre el espejo de agua 

que la aumenta. 

 

De mis propios letargos, 

y en mi agenda, 

me da por sacudir 

cualquier prebenda 

que augura el sentimiento, 

si la nombra, 

cuando recesa el mal 

que siempre asombra. 

 

Yo y mis pocas prebendas, 

yo y mis gritos. 

Yo la excesiva norma: 

viejos credos, 

que acumulan angustias 

si me quedo 

en esa somnolencia 

que me ronda.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

RSS
Follow by Email
WhatsApp