He conversado con la luna,
siempre.
Aún cuando se oculta
entre las nubes;
solo para pensar
en lo que digo…
Cuando aparece:
cada vez más clara,
ilumina el camino
para dar a mis ansias
altivos nuevos pasos
y alguna forma nueva
para empezar mañana.
Yo le sonrió…
A veces,
hasta le doy las gracias
y ella, se pone su parche
de nubes en los ojos,
para hacerme saber
que no le debo nada.
Y es así, siempre así…
Cuando el momento pasa:
yo me quedo muy sola
con mis retos, pensando
y ella se queda sola
con mis ansias,
buscando,
algun consejo útil
¡que ilumine el desánimo!