Como de aquí
hasta la angustia
que casi siempre
he llamado,
me sumerjo en recuerdos
que van y vienen, sonando
en un cielo de hacer aguas
en sus días de descanso.
Como de aquí al más nunca
sugiriendo lo legado
de un mar que corona siempre
sus alturas y desmayos,
en un pleamar que me acosa
en sentimientos lejanos
caminando por la playa
plena de nuevas y cantos.
Como de aquí hasta la vida
que exonera mis reclamos
voy dilatando la ausencia
de los sueños encontrados
en un mar que ya cediendo
al naufragar de mis lagos
entre mi tierra cautiva
alegrándome el cansancio
con un sueño que va y viene
y una ilusión, entre tanto:
volver un día a mi playa
para guardar caracolas
en los bolsillos de antaño.