Como cisnes,
las voces navegaron
por las aguas
cristalinas y puras
de los versos.
Hubo un remanso
pleno de ternezas,
allí donde la luz
se posa y te contempla
con más dulzor que nada
entre tus trenzas.
Y el alma baila
trajinando horas
para posarse quieta
entre las ondas,
no importando el camino
que tuvieran.
Total, ese camino largo
que transitan,
tiene la vida entera
acumulando,
amores y sentires
en su senda…
Aquella que soñaste
y que soñamos
justo a la par
de todas las ofrendas…