Colaterales daños
los que me causas
con esas cosas tuyas
tan desleales,
previniendo la muerte
que ya no esperas
o indagando la vida
que puedo darte.
Yo no se si tu sabes,
dentro de todo,
la impericia tan tuya
en asuntos tales,
que me infliges
un daño
que ya hace mucho,
presentí contra hecho
y amordazado,
tu no tienes la culpa
de estos trajines
vienes del mundo tuyo,
tan programado
en el cual ya mi lucha
no tiene fines,
ya se hicieron añicos
mis grandes causas
o se fueron a bordo
de algún tornado.
Tú no tienes la culpa
de no estar viendo
lo que con la contienda
se hizo pedazos,
los daños que me causas,
colaterales daños
por todos lados.
Tú no tienes la culpa,
no fue tu culpa.
Solo fue culpa mía
el haberte amado.