¿Dónde?
Donde van a morir las mariposas con su sueño imposible inacabado. Donde las flores suelen alimentar la plácida belleza que a diario nos circunda. Donde aprendemos a pintar las flores para poblar airosos …
versos incluidos en Lluvia
Donde van a morir las mariposas con su sueño imposible inacabado. Donde las flores suelen alimentar la plácida belleza que a diario nos circunda. Donde aprendemos a pintar las flores para poblar airosos …
Desde cuando de lejos viene la brisa y baila con las ramas delgadas de los frondosos árboles. Desde cuando, en las horas, se escuchan las canciones que promueven audaces las botas, en su marcha. …
Tímidamente vuelo mis vuelos de infortunio sintiéndome pequeña y alejada del mundo. Soy luciérnaga triste que vuela entre las sombras llamando por sus nombres las horas que no nombran. Y no encontrando obstáculos …
¿Qué tiene la tristeza del río, que no calla, suprimiendo las olas pequeñas que avanzaban a la lejana orilla, en su recta calmada? ¿Qué tiene el viento triste que no despierta nada, más allá …
Desde donde el camino entrecruza mis pasos y me abra las puertas de los muchos fracasos. Desde donde la aurora se cubre con sus luces y adelanta las horas del dia que conduces. …
Definitivamente, no somos los que fuimos. El tiempo pierde dócil, cada paso que dimos. Hasta en la anatomía de las siluetas nuevas, nos van cobrando todas las citas de la agenda. No, ya no …
Buscas menoscabar mis horizontes largos con un camino estrecho de cortas ataduras. Mi camino no tiene limites de retorno, ni vallas alusivas a ningun compromiso. Mi camino es tan largo como lo son los sueños. …
¿Y los muertos? ¿Quién paga los muertos? ¿Quién paga la angustia? ¿Quién paga la pérdida? ¿la ausencia, la ruina? ¡la tristeza larga, las horas que en vano mendigan, suplican, que pare la sangre, la ausencia, …
En mi rio, las olas se desplazan aún a pesar mío. Quiere hurgar las auroras que nunca ha conocido, horizontes ilusos abiertos a caminos que no le pertenecen a mi libre albedrio; pero mi río …
Mientras las hojas danzan mirándose al espejo del diáfano río que navega despacio, las ramas de los árboles saludan a tu paso y en su reposo verde hacen nidos los pajaros. Mientras pasan las voces …
En medio de la tarde la lluvia se nos vino, así, como hace siempre, sin pedirnos permiso, sin pensar en la gente. Y de poquito a poco, fue mojando el camino regando las alfombras …
Tu eres, simplemente: la canción que soñamos en un lugar cualquiera cualquier atardecer. Tu eres la ternura que habíamos buscado a través de los mundos que ansiamos recorrer. La primera sonata, la primera …