En El Mientras Tanto
En el mientras tanto las líneas salían como colibríes inquietando el alma, clamando lugares, las alas hurgando todos los caminos que llevaba andando, y estando tan sola con el desespero, cada pena andaba su largo …
versos incluidos en El Tiempo
En el mientras tanto las líneas salían como colibríes inquietando el alma, clamando lugares, las alas hurgando todos los caminos que llevaba andando, y estando tan sola con el desespero, cada pena andaba su largo …
En nuestros lares mucha nube y poca nieve. Absoluta tranquilidad plenando el río con sus ráfagas pequeñitas ondulando las figuras de las aves que cruzan. Los pericos de ayer, retornando al mismo árbol en …
Me largo, con mis trastos y mis esperanzas, mis letras mal escritas, mis deseos sin práctica, mis muchas ataduras, mis felices jornadas, mi malestar de siempre: mi ahogo y tu muralla. Me voy con todo …
El amor juega a jugar entre las ondas, danzando al mismo ritmo de la brisa. Las nubes se acicalan de delicias, mirándose en el viaje que ya inician. Se hacen largos, en largas travesías o …
A mi manera de ver, la historia ya está escrita, las pequeñas historias, y los hechos fortuitos, nunca cuentan. La historieta se hilvana y llega hasta tu tumba, con el juego de siempre, y …
Y le dije a Dios, siendo tu sierva seré la más humilde de todas tus criaturas. Estaré sólo al alcance de los hechos que me aten, sin molestar mi espíritu. Sobreviviré con creces a cada …
Cada vez que te hablo, me persigue una duda, rebotando en mis sienes, elaborando tesis y antitesis, desmoronando altares, rehaciendo privilegios, escondiendo motivos o encontrando motivos, o ensalsando momentos sin ninguna importancia, vistiendo de importancia …
Una vez más, quiero vestirme de mi misma. Ceñrime una vez más a mis propios espacios. Descansar siendo libre, desatando ataduras. Volar sin rumbo fijo y sin remolques hacia mi propio llano. Campear los horizontes, …
¡Qué grande es tu poder Dios de cielos! Inmensas son las aguas de tus mares, inmenso es el empuje de tus olas, besándose en las playas a millares. ¡Qué grande es tu poder Dios de …
Cuando yo me vaya, cuando yo me ausente, cuando yo me marche muy lejos de aquí; dobla las rodillas, inclina la frente y en voz muy bajita, reza tu, por mí. Rezaras mi vida, porque …
Amainando, la lluvia puso su recordatorio en su caída y suavemente fue pulsando al viento, cálidamente disminuyó la huída. Ahora está tranquila sobre el agua, languideciendo en pos de su partida a una soñada tierra …
Hojuelas blancas, blancas, colgándose en las ranuras desnudas de los árboles. Plegándose a la hierba como una piel impuesta por gracias invernales. Muriéndose en el río con la nostalgia leve de caer e inmolarse. Detenida …