Cuando Regrese
Cuando regrese del final de mi historia y la luz del nuevo día no me humille. Cuando pueda sentir, sin subsanar errores y el frío de mis huesos no estimule la frialdad de las dádivas …
versos incluidos en Ecos
Cuando regrese del final de mi historia y la luz del nuevo día no me humille. Cuando pueda sentir, sin subsanar errores y el frío de mis huesos no estimule la frialdad de las dádivas …
Brindo por ti, por mi, por todos los presentes en este casi ilógico optimismo de mirar las verdades frente a frente, alternándose a pasos de domingo. Dicen las consabidas frases, yo las oigo, sin mi …
La joven que yo soy hurga en sus cicatrices de sueños no vertidos en instantes felices. La joven que yo soy se sorprende en esperas de encontrar su destino en las noches que vuelan. …
Poder decir ya, todo lo que digo. Poder cantar mi canto necesario es vivir plenitudes, desarraigos, amorosos vaivenes, y entre tanto, sentirme yo por fin, en cualquier rango. Poder quemarme entre tus brazos con …
Lloro, llantos de esperanza por lo que no se ha perdido todavía: la Amistad, la mística, la libertad, la gracia, la emoción, la vida y la filantropía. Lloro, llantos de queja por lo que hacemos …
Volcánicas las luces de la espera en esta espera terca y domeñada van, sin retorno a la explosión ligera, sin que queme tu piel con mi asonada. Otra vez reconozco el pesimismo en tu …
Los pasos en la sombra te seguían, las palabras oscuras te clamaban, los dolores de siempre te buscaban, no hallando a tu dolor, la medicina. Dolientes soledades aguardaban dar a los huesos su final …
Adoro ser como el solaz de la brisa que se afina en tu rostro y te hace suspirar mientras te besa. Como la paz que llega a ratos y suaviza los ásperos momentos. Como ese …
Cuando el viento, zumbando entre los árboles hacía de su música alegría, las aves, intuyendo los sonidos cantaban sus canciones preferidas. Los murmullos del tiempo se hacían eco de notas afinadas y sentidas. La paz …
Por quererte mirar cuando tu rostro miraba sin cesar el rostro mío, me encerré para siempre en desvaríos incapaz ya de conseguir no verte. Por quererte besar cuando tu boca llegaba con placer hasta …
Del pobre loco que te dijo un día hablándote de amor en primavera, que en tus manos estaban su destino y el tuyo atados a la más dulce quimera. Solo quedan las cálidas palabras, en …
La tormenta se vuelca irrespetando la piel y el alma de la buena tierra y abriendo surcos, ríos la posee, inundando sus venas y su vientre con humedades tristes y certezas. Muerte, miseria, vidas, perdidas …