Años y más años
de buscar senderos,
de encontrar mi musa
allende terrenos;
mirando mi propia
figura en desvelo:
aquietando el alma
y escribiendo versos.
Entre los suspiros
que invaden los ecos
de las muchas brisas
y los muchos rezos;
siempre ando en la búsqueda
de los propios sueños:
esos que son tuyos
por mutuo consenso.
Y siempre buscando
lo que voy perdiendo,
en el laberinto
del yendo y viniendo
la vejez me avisa
la falta de tiempo.
Entre debilitado
y entre suspirando,
lo tanto o lo mucho
que, a veces espero,
me quedo en el claustro
de los pocos puertos,
Un poco soñando
y otro poco riendo…