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Virginales  las páginas esperan.  No han pecado jamás  llevando algún mensaje,  entregadas, resueltas.  No han perdido jamás,  antes de ahora,  lo imperfecto del vientre  que cerceno.  Desvisto vestiduras,  inquietando,  las visto de letargos,  tristezas, pesadumbres, 

Como si quisiera  me perdí en las nubes  extasiada en copos  y formas y escenas,  lánguidos parajes  y escondidas tretas.  Un largo pasillo  llevándome al alba  tranquila y, despierta,  murmurando versos  que no conocía,  inventaba

Sin cantos para alegrar  esa pesada estadía,  sin el rumor de oraciones  que aun a diario te bendigan.    Sin tus últimas palabras  para fechar tus heridas,  cuando la tierra fue manto  encubriendo la mentira. 

Calma, siempre la calma,  adormecen las ondas,  sobre el tranquilo río,  el sol más huidizo  se marcha hacia otros sitios,  el viento le acompaña,  como hiciera al principio,  y las nubes le siguen,  sin cantar,

Así voy, custodiando  mis idas y venidas  en un mar de tormenta  que hunde mis pupilas  en esa triste zafra  de una triste sonrisa.    Así voy, preguntando  al alba y a mí misma,  el

Cuando no dices nada,  lo vas diciendo todo  sin ecos ni palabras.  Tu mirada, cautiva  en la mirada mía,  hace acopio de letras  para mi poesía.    Cuando no dices nada,  le vas diciendo todo 

Ahora es otoño  de hojas y olvidos,  el cambio de las hojas  aligera el principio  para otra estación,  y hacia otros destinos.  Ahora es todo calma  hasta la misma acera,  a diario caminada,  tiene la

Si yo amanezco anciana,  concluído mi tiempo  y mi extra-tiempo  podría acumular  tantas mañanas  como sí, a diario,  acumulara vientos,  para un día volar  cuando me dieran ganas.    Recordando  los sentires viejos  y lo

Hilamos la historia  sin saber de ella.  Usamos nuestros propios  cronogramas,  hicimos esa historia  contando nuestras penas  y alzando nuestra rabia.  Desenterramos cantos  y cantamos.  Debajo de los árboles  la sombra  que cobija los sueños 

¿Para qué deletrear  los nombres, que no han sido,  recordar los parajes  que no pertenecieron,  expandir llamaradas  en fogatas extintas,  aullar, en la intemperie  al frío que estremece,  vituperar los signos  de lo que no

Cuando me vaya  tu búsqueda será camino largo.  Se cerrarán las puertas  del pasado  y nuestra comunión  será una farsa  para todo tu público  encantado  con tus tantas razones  y sonrisas.  Con tus muchas verdades 

Abandonando en las ramas  el fragor de mi agonía  vuelo mis vuelos sin prisas,  oigo canciones tardías,  desdiciendo el desde siempre,  rescatando mis porfías  con la tristeza que nunca  desespera de ser mía.    Es

Yo soy feliz si veo  tu amanecer por dentro,  las pupilas amigas  juegan a la sonrisa  y al contento.  La cara se hace alegre  con su mensaje eterno  la caricia te toca  hasta sin proponérselo. 

Cuando ya son tan pocas  las cosas que te tocan  y perdiste la diana  para la travesía: ¿Vuelves a otear el cielo?  ¿Haces preguntas tontas?  ¿O llamas y cabalgas  con el caballo blanco  de todas

Esta tarde,  hasta el río  se vistió de tristeza:  aminorar la marcha,  mermándose en la entrega,  hacia la mar lejana,  más allá del espacio  de todas las ideas…     Esta tarde:  hasta el cielo  suscribió