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Como si la marea  no existiera,  siempre culpas al mar  de mi condena.  Y mi marea sube  a cada instante,  burlándose de mí  y de mis ayes.    Como si los silencios  permitieran pensar  en

Pido perdón al libro  de letras redondeadas,  con esos versos delgados  y tanto espacio abierto.  Coloco yo mis letras,  enseño yo, mis retos,  devoro incertidumbres,  escribo diluyendo  los espacios que envuelven  tanta rima en los

El soñó que era un pájaro  de plumas jubilosas  para el desierto vuelo.  A través de sus sueños  se lanzaban los vientos  liberando las notas  de los cantos eternos.  Y la luna emitía  risitas y

Este hoy, ya me siento  como un árbol muy viejo.  Hoy, cada circunstancia  anidará en mi pecho,  reclamando victorias  que, a veces, no recuerdo.    Golpeteando en mi puerta,  la oscuridad, en acecho  por no

Una vez, en un sueño,  soñé mi mundo nuevo  y desperté llorando,  lo feliz de mi anhelo.  Mientras lágrimas nuevas  humedecen pañuelos,  es triste estar llorando  mirando lo que observo:  hambrunas que no pasan,  guerras

Algo fluye,  algo evade  la sombra proyectada  entre los árboles.  Un pequeño destello  del día que se marcha  colgándose en las ramas,  desiguales,  pequeñas lucecitas  jugando a ser más largas.  Las nubes,  entregándose al viento 

Siempre fuimos  lo que ya no seremos:  buscadores de afanes  que estaban prohibidos,  los alegres cantantes  a la luz de la luna  soñando que soñamos  los sueños que sentimos,  las vocingleras voces  de un canto

Largas trenzas,  trenzas largas,  camino y polvo  encontrados,  y un llanto  que nunca acaba  su propia zafra  cantando.    Triste el canto,  largo el luto  de quien añora,  soñando,  y al ritmo  le va poniendo 

Hacia remotas eras  de sueños encontrados,  va mi musa trazando  sus líneas de soslayo,  y despierto de sueños,  de riberas, de espacios  que me fueran legados,  con esa pertenencia  que nunca había pensado.    Es

Y qué me dices tu,  cuando no dices nada,  abriendo las compuertas  de mi risa callada,  cuando todo libera  lo que llevas en aras  de la victoria tonta  que, algún día, alcanzaras.  Y qué me

Cuando todo el silencio  es sólo paz que vuela  por todos los rincones  de los vastos caminos  o las largas aceras.    Cuando todas las frutas  que penden de las ramas  son eso: pan de

El llora con la luna  los últimos destellos  de una noche distinta.    Soñó que hora tras hora,  las nubes parturientas  disiparon sus aguas,  cubriendonos la tierra  de nuevas añoranzas.    Sonreía en sus sueños, 

Hoy me siento tan vieja,  como un árbol muy viejo.  Hoy, cada circunstancia  anidará en mi pecho,  reclamando victorias  que, a veces, no recuerdo.    Golpeteando en mi puerta  la oscuridad, en acecho,  de no

Desde aquí, yo te espero.  Desde aquí, te imagino  solitario y diverso,  creciendo en los motivos  que mandan travesías  hacia mundos distintos.    Y tu suelo de siempre  languidece en el ritmo  de la canción

Cantando nuevos Himnos,  soñando nuevos lazos,  alzando nuestros justos  derechos y cuidados,  hermanaremos todos  esa unidad en ciernes  logrando los abrazos.  Alguna vez seremos,  para lo ya anhelado,  la confianza y la fuerza  que sigue