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Por lo que nunca fuimos  y ya nunca seremos,  acabaremos juntos  nuestro crisol de empeños.  Venceremos las zafras  que ayudan los arriendos,  omitiremos ritos,  pensamientos y premios  que hablen de libertades,  de sonrisas y apegos 

Diluta, amarrada en el mar  de las tontas preguntas.  Pensativa y lejana,  detrás de los vaivenes  del viento o de la brisa.    Lejana: perdida en un quizá  que nunca acaba.  Deletreando de nuevo las

Todo un mundo  se esconde  mientras tú más lo exploras.  Todo un mundo  se aleja  mientras tú más te acercas.  Todo un mundo  se larga  con tus propias  vivencias  y vivencias ajenas.  No eres tú

Antes de irme:  alguna pasión nueva  que acuse a lo imposible:  el no recubrir mis rosas,  el poder sumergirme  eligiendo los cantos  que me hablan de posibles  renaceres, por dentro,  despertar con trompetas  que anuncien

Ceñidos los blasones del altruismo,  ¡cuánta sofisticación y cuánto abismo  en lo que pudo ser y ha sido  dentro de lo real y los abismos!    Cuántos llantos aunados  a una sed prematura,  cuánto alimento

¿A dónde vas? ¿Qué buscas,  sin haberlo encontrado?  Es en pos de algún sueño  que no hubieses logrado?  O es la última gota  de tu vaso cargado,  la que te deja el sueño  infeliz, desolado… 

Ayer pude sentir  que estoy más vieja.  Mis pasos anunciaron  mis temores.  Irradiaron, para mí,  las flores,  sentí que era por siempre  mi delirio,  y sumergí en la arena  mis abismos,  completando la ruta  que

¡Bendita poesía!  donde titilan  los consabidos giros  de nombres conocidos  e inalcanzables nombres,  adverbios y adjetivos.    Paradojas en ciernes  para crudas verdades,  subyacentes mentiras  o perentorios sueños.    Ilusión, desapego,  tristeza, lejanía,  amores y

Cuando todo se olvide  trajinando recuerdos,  sonriéndole a la vida  por los tiempos anejos,  y haya paz a la sala  y los cuartos vacíos  eleven sus misterios.  Cuando nada perturbe  la paz de nuestros sueños 

Confrontando los signos  de los siglos,  a través de fantásticas  fronteras,  está la historia  al día, almacenando  los mitos y leyendas  que pudiera.    Y la pluma volando  en el paisaje  cada cosa llamada  mala

De tanto trajinar  hice las huellas,  atada para siempre  a mis estrellas.    De tanto trajinar  cruce los puentes  que me llevaron lejos  de mis tontas querellas.    De tanto trajinar,  en mis auroras,  arropaba

Yo sigo aquí,  en este aquí que pesa,  sin las respuestas claras  que ahora exijo:  de ese estar, por estar…  Mis olas van de vuelta  después de asomar sombras  y piruetas.  Sigo en mi río: 

No debería doler,  pero duele,  ese agravio monótono  y sin sentido,  ante la petulancia  del que vence.    Y el vencido,  vuela su vuelo tenue,  sacrificio,  donde otras fronteras  castigan los vicios,  del ayer, del

Aunque nos haya herido,  lo mismo que nos duele,  y las promesas rotas  nos den sus parabienes.    Tengo fe en la distancia  que todo lo remarca,  tengo fe en nuestra lucha,  tan vieja y

Es aquí donde duermen  las pasadas quimeras,  los sueños que soñamos,   las ansias que sentimos,  el valor de los hechos,  que aún yacen sin treguas.    Es aquí y es ahora  cuando nada se marcha