Ayer
Ayer

Ayer

Ayer pude sentir 

que estoy más vieja. 

Mis pasos anunciaron 

mis temores. 

Irradiaron, para mí, 

las flores, 

sentí que era por siempre 

mi delirio, 

y sumergí en la arena 

mis abismos, 

completando la ruta 

que aun me queda. 

 

Ayer, pudo ser mío 

el encuentro en el tiempo 

reclamando visiones 

repletas de lamentos. 

Augurando sonrisas 

y almacenando gestos 

que lograran abrirme 

las puertas del deseo 

de escribir como siempre, 

mis versos prisioneros. 

 

Y me fuí entre las alas 

de una pujante brisa 

abriéndose al espacio 

del que estuve cautiva, 

cortándole a las nubes, 

lo tonto de la prisa 

del seguir escribiendo 

apurando a la rima, 

ir al compás del goce 

que las gotas abrían.

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