Ayer
Ayer

Ayer

Ayer tu susurrabas 

y tu voz, casi muda, 

se metía en los pliegues 

de mi esperanza laya. 

 

Ayer hacía piruetas 

de hojas en volandas 

alegrándome el día, 

sintiendo que volaba. 

 

Ayer hacía nidos 

con todas tus palabras 

y me vestía de versos, 

de luces, de esperanzas. 

 

Ayer veía en tus ojos 

imagenes que amaba 

y atravesaba impulsos 

olvidando ser cauta. 

 

Ayer sentía tus manos, 

caricias y deseos 

suplicándole al alba 

un retraso en sus horas 

para la noche plácida. 

 

Y la luna sumisa, 

se quedaba hasta el alba… 

 

Eso fue ayer de ayeres 

hoy es el hoy que duele 

hasta cuando te callas… 

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