Ayer
Ayer

Ayer

Son, lo que me parece

gritar desde mis venas,

alegrías primeras

y deseos de vivir.

Ir por la vida, andando

ahora, con más fuerza,

gritar las exigencias

de ese quizá, sin fin.

Son, en medio de todo,

el alma que palpita

las mejores conquistas

y el más sagrado afán.

Son, en fin, esas huellas

que harán de mi presencia

la constancia más cierta,

y mi voto más fiel.

Y son, después de Dios,

la fuerza más sublime,

el cariño más firme,

la audacia más feliz,

el deseo más fuerte,

los recuerdos presentes

el amor para siempre

y la añoranza al fin.

 

Son: para mi humilde paso

el don de los aplausos

y el orgullo mayor,

el gran amor y todo

lo que debo a mi misma

aunado a la conquista:

lo que le debo a Dios.

Y son: lo más preciado

de todos los regalos:

esos hijos y nietos

de mi más grande amor!

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