Aunque nos haya herido,
lo mismo que nos duele,
y las promesas rotas
nos den sus parabienes.
Tengo fe en la distancia
que todo lo remarca,
tengo fe en nuestra lucha,
tan vieja y solitaria.
Aunque piense mil veces
que perdemos el tiempo,
que sólo nos aguardan
los grandes contratiempos.
Tengo fe en el cariño
cuando nada separa,
tengo fe en nuestros pasos
juntándose en la fragua.
Aunque sea un delirio
volver sobre lo mismo,
izaremos banderas
negando los abismos.
Tengo fe en el cariño
que todo lo unifica,
tengo fe en nuestra lucha
que todo justifica.
Aunque todo termine
como mueren los sueños,
sabremos que supimos
vivir con nuestro empeño.
Cuando todo sea justo
y nada nos separe:
seguiremos la ruta
de sueños y verdades…