Así voy, custodiando
mis idas y venidas
en un mar de tormenta
que hunde mis pupilas
en esa triste zafra
de una triste sonrisa.
Así voy, preguntando
al alba y a mí misma,
el por que de las olas
cuando el ahogo brinda
alguna circunstancia
para la diaria lucha
que invento en mis premisas.
Así voy, diluyendo,
en mi triste marisma
esa, no sé qué cosa,
que sorprende mi huída
amalgamando ríos
que no se consolidan.
Y hay ríos transparentes
y transparentes luchas.
Un va y viene de siempre
escrutando mis rutas
con ese mar de leva
¡que no perece nunca!