Aquí,
donde todo parece
no tener circunstancia,
donde toda la magia
de la tarde que pasa
le pertenece a todos
en bendecida fragua.
Aquí, donde todo espejismo,
es locura en el ansia
de cancelar mítines
que reanuden la espera,
es donde yo me encuentro
con todas las mareas.
Significando todo
con lo que he decidido:
si lanzarme en la búsqueda
de todos los sentidos
y despertar soñando
en los tiempos, ya idos…
Yo me voy con la gala
de todos mis conflictos,
diseñando en mis alas
mis penurias y gritos
por aquello que tuve,
y nunca fue escrito.
Yo me voy, bamboleando
lo que ya es permitido:
recrear mis hallazgos,
vislumbrar sacrificios,
crear un mejor sueno,
crear lo que no tengo,
vivir sin ilusiones
fortaleciendo mitos
y gritar, hasta hartarme,
de lo que hubiera escrito
en el marco perfecto
de mi tierra y sus mitos.
Aquí, donde el ahora
ha aportado su magia
para seguir viviendo,
nos plazca o no nos plazca;
en ese ir y venir
que vamos construyendo.