Una plomiza insomne
reestructura en los rostros
la heroica semblanza
de las mentes abiertas.
No, no asumimos
que nos llegaba el alba,
pero al llegar,
el brillo nos trastocó la vida,
hubo un dejo profundo
de ayes infinitos
que salieron, de pronto,
desde nuestros espíritus.
Fue la victoria entonces,
del regalo de hoy
sobre las sombras.
Cayó sobre los árboles
en despejada agenda
un aleteo voraz,
de consecuencias.
Una insignia en los hombros
trasplantando en el tiempo,
los gritos y leyendas
sobre nuestras conciencias.
Un dejo de inocencia,
pariendo nuevas eras.
Una locura autónoma
que recobró la presa.
Nos pusimos de pronto,
a amasar los recuerdos,
sin saber ni siquiera
si eran vientos del sur
o de más lejos,
descifrando las nuevas
del hombre resurrecto,
pero el pan supo a triunfo
y el café a redenciones.
¡Cómo golpeó en las mentes
el fragor de la lucha
que comenzó en Caracas
y trascendió a otros pueblos!
Nos supimos personas
con certeza en las frentes.
El estupor de antes
se desechó en sonrisas.
Inquietos tremendistas
de las luchas de siempre
encontraron victorias
que no habían soñado,
se encendieron con flores
tumbas desconocidas
de hombres desconocidos,
hasta entonces.
Los vientos de otras tierras
los hombres de otras tierras
se enlazaron en vísperas
de todos los encuentros.
Nos supo el día a Patria
amaneciendo el tiempo…
Sin alardear sobre las dádivas
puestas en nuestras manos,
las abrimos alegres
al alcance de todos
y nos sentimos todos,
hermanados,
en este amanecer
que nos estaba viendo…
well done!!! Muy buen trabajo desde el punto de vista poético, pictórico, con una diamagracion. Estupenda !!Felicitaciones!!!
Muchas Gracias por tus bellas palabras.
Mayola