Amagos del amor
cuando comienza
la caricia primera
a despertarnos.
Los requiebros del alma:
hechos, recuerdos
de otros amagos más,
en la íntima esfera.
Amaina la ventisca
de a tarde,
cediendo a la amalgama
de la espera.
Hay un amago
al enfrentarnos
uniendo nuestros cuerpos
sin respuestas…
En ese querer dar
sin percatarnos
de esa música triste
que avecina
tantos recuerdos juntos
despertando…