Alianza
Alianza

Alianza

Con nuestras almas

hurgándose al unísono

una corriente alterna,

comprometida con el infinito,

nos llevaba hacia el limbo.

Adentrarnos entonces

a nuestro paraíso

fue en manos de los ángeles,

que sin mirar, sentimos.

Anhelantes,

sin culpa y con pecados,

supimos lo que es ser

arrojados al mundo.

Vástagos de inocencia

que claudican

con el deseo perenne

de seguir claudicando.

Así hicimos la vida.

Tu a mi lado,

yo al tuyo,

a las manos asidas

sin saber que el futuro

era futuro.

Con ese olor a hierba

entre las manos

que nos hablo

de tierra y caminos,

caminos entonces

a veces saturados

de experiencias y réplicas

de aquel lejano amor

que nos tuvimos.

Aquel tramado a gritos

naciendo nuestros hijos,

aquel que te enseñaba

con rudeza o con mimos.

Así fuimos andando,

a la vida cosidos

entre nuestros pesares

y nuestros regocijos.

Nuestro cabello oscuro

blanqueando para siempre

y nuestra voluntad,

indeclinablemente,

decidida a vencer.

 

Lo supimos ayer,

y nuestros labios,

que se unieron golosos

aquel día,

supieron que jamás

fenecería

la confianza de estar

envejeciendo juntos,

esperando que la muerte,

callada nos venciera,

mientras la eternidad

sellaba nuestra alianza.

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