Alguna vez,
mirando a la distancia,
se dibujó en las nubes
mi futuro.
Sentí los poderosos rayos
convocarme,
a nuevas citas
en el largo túnel
desde la creación
a las certezas,
de seguir siendo igual,
año tras año,
sin que nadie pudiera
darse cuenta
de aquella: alguna vez
que entró en mi alma
para arrancarme,
de un sólo descender,
tantas certezas.
Y alguna vez no fué
la predicción soñada,
que aceleró, de pronto,
entre mis riendas
esa fugaz visión
de lo posible:
más allá de los sueños,
más allá de las quejas,
más allá de las ansias,
buscando, entre escondidas,
el sol que no brilló,
sin darse cuenta,
estuvo mi esperar
otras riberas…