Al pie de la tarde,
en cinta,
parir como si supieras
que tomando agua
de fieras,
crecería tu raíz,
sedienta
y sin tolerar
la idea
de pensamientos amigos,
parir,
pero sin testigos
de lumbre,
que te quisieran,
así el andar
solitario
de mis ecos
te diluyan
la soledad de tu faro
sobre el desierto
que buscas,
no tolerar al hermano
su afán
de vivir angustias
crecer
sin raíces juntas,
que se entrecrucen
a salvo.
Parir soledad
y sombras
sobre tu mar
de castillos
es hacer
cruces de hijos
sin nombre
sobre tu espalda.