Ahora no sé qué pasa
con tus premisas tontas
vistiéndote de lutos
cuando comienza el alba.
Tu sales caminando
caminos que no acabas
y sepultas en ecos
las queridas llamadas
que repiten tu nombre,
sabiendote acosada
por el tonto propósito
de no apegarte a nada.
Y no es así la vida,
los amores que pasan,
te dejan muchas huellas
después de la jornada.
Porque esa espera tonta
que florece en tu alma,
no es más que un mal presagio
de lo sola que te hayas,
Y atravesando esperas
sobre tu mar de adagios
sigues en esa búsqueda
que te une a los letargos.
Ahora no sé qué pasa
cada vez que te llamo
perdida y, como nunca,
enquistada en tu canto.