Aguarda
Aguarda

Aguarda

Aguarda,

tu corazón detiene

la prisa de los tiempos,

hechos parábolas móviles.

Se han ido, vacilantes,

los minutos que piensan

lo que opinan las horas,

cuando una alondra vuela

sin dejar los susurros

tras las puertas.

Canto, susurro, grito

con esa soledad de sombra

que palpita,

en algún parpadeo de cocuyo

cáustico y claudicante

en su sonido.

 

Aguarda,

el silencio te arrulla

mientras calla tu boca.

no repliegues la búsqueda

de los mudos senderos.

Que la noche está haciendo

su anochecer de estrellas

y no caben palabras

en nuestro firmamento.

 

Aguarda;

cada suspiro es ya

una oración completa.

No rellenes

las páginas en blanco

que nos quedan.

Ya las nubes

comienzan a danzar

para marcharse luego

sabiendo los secretos.

 

Aguarda…

 

Que ya podrás gritar,

cuando amanezca.

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