A veces tiendo
a perdonarlo todo.
A veces busco
dentro de mi, verdades.
Esas que estan ocultas
como claves
para designar hechos
que me impulsan
a volver a soñar
según mis justas
y siempre progresivas
sueños y realidades.
A veces, suelo soñar
que sueño,
y a medida
que mis propios impulsos
van creciendo,
suele salir un verso
en dirección contraria
a lo que voy sonando,
o lo que vengo diciendo.
A veces,
soy esa esclava torpe
que sumerge
toda su irrealidad
en las posibles fuentes
de un poema que cruza
y siempre me sorprende,
con su propia verdad,
su propio siempre,
volviendo a discernir
lo que se siente
en ese declinar,
casi perenne,
que logra sin buscar
los versos que florecen
una vez y otra vez
en mi jardín perenne.